22 y 23. PERO EL CUCO NUNCA CANTÓ CUANDO EL SR. LEM LO ESPERABA. CUANDO PARECÍA RETRASARSE INEVITABLEMENTE EL PÉNDULO SE ACELERÓ Y, ANTE UN INQUIETO SR. LEM, SE ADELANTÓ MEDIA HORA. EL SR. LEM TEMIÓ QUE EL CUCO FUERA COMPLETAMENTE INSERVIBLE.
24. AL DÍA SIGUIENTE EL SR. LEM FUE VISTO ARRASTRANDO UNA MISTERIOSA JAULA DE ENGRANAJES. TRAS TERMINAR DE TRABAJAR, EL TENDERO OBSERVÓ ATÓNITO COMO SU CLIENTE MÁS FIEL LE IGNORABA Y SE ALEJABA MEDITABUNDO HACIA EL LABERINTO DE CALLEJONES DE LA CIUDAD VIEJA...
25. PERDIÉNDOSE UNA Y OTRA VEZ, EL SR. LEM DIÓ CON UN HOMBRE ANTIGUO QUE REUNÍA DÍA Y NOCHE RETALES DESPRENDIDOS DE OTRAS VIDAS... ATRAIDO POR EL VIEJO CUCO, ESCUCHÓ ATENTO COMO EL SR. LEM DESCRIBÍA APESUMBRADO EL MOVIMIENTO ARBITRARIO DEL PÉNDULO DE SU RELOJ.
26. RODEADO DE PÉNDULOS A DISTINTAS VELOCIDADES, EL ANCIANO HABLÓ DE LOS ÁRBOLES, DE MAREAS QUE SEGUÍAN AÚN LA LUNA, DE LA PEONZA TERRESTRE BAILANDO EN UNA ÓRBITA DE SILENCIO... RELOJES NATURALES, RESUMIÓ EN UN LARGO SUSPIRO. EN CUANTO AL CUCO, SONRIÓ, TENÍA MUY BUENA SALUD. ERA GRATIFICANTE, DIJO AL SR. LEM, VER A ALGUIEN REPARAR EN UN PÉNDULO DE MOVIMIENTO IMPREVISIBLE. DE HACÍA UN TIEMPO CONCLUYÓ, ERAN RAREZAS FRENTE AL COMPÁS HIPNÓTICO DE LOS AUTOMATISMOS.
27. DE VUELTA A CASA, EL SR. LEM SE SENTÓ UN INSTANTE EN LO ALTO DE UN PUENTE. EN EL RÍO QUE CAMBIABA LENTO BAJO SUS ZAPATOS, VIO SU ROSTRO ONDULAR EN UN ESPEJO DE AGUA. LA NOCHE ERA SUAVE, UNA CURVA QUE SE ALARGABA EN EL AIRE COMO UN ARCO INFINITO.
FIN DEL CUENTO O PRINCIPIO DEL OTRO...
2 comentaris:
las últimas viñetas vienen sin texto
emocionante, con un toque de nostalgía añeja, y cargado de tristeza, por lo menos esa sensación me ha transmitido, o quizás sea la música que me acompaña ahora??
UN beso preciosa.
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