13/7/09

el asesino de cangrejos

Hoy les sitúo en una playa, esto es habitual en este blog, pero la diferencia es que me gustaría reflexionar sobre una actividad playera bastante frecuente.

La situación es la siguiente:
- una familia llega con todos sus bártulos, los adultos van preparando todo el chiringo (sombrilla, nevera, toallas, cremas, gorros, ….)
- el hijo de unos 11 años se coloca sus gafas de buceo, con la cara apretada por la goma de las gafas coge la red, una bolsa y un cubo
- al cabo de un buen rato, el chico vuelve con su pesca
- la madre mira en el cubo, se ven 3 diminutos cangrejos, 4 conchas y 2 mini mejillones.
- al verlo la cara se le ilumina. ¡Ay su niño, que ha cazado la cena de esta noche! Se siente orgullosa de su pequeño hombre que trae el alimento
- ¡“Así me gusta” le dice, ya tenemos la cena para esta noche!

Yo estaba atenta a la escena, por un momento creí que la diversión se terminaba soltando a los pobres animales al mar, para que, más mal que bien, pudieran volver a su vida cotidiana dentro del agua, en su casa.

Pero enseguida vi que no. Qué esos cangrejos se quedaban en el cubo, esperando su momento de entrar en la olla a presión para cocinar un “fumet”. Y ya me dirán cuanto sabor van a dar esos escuetos cangrejos.

La familia venía muy preparada, así que pasaron todo el día en la playa. Por la tarde y tras varios vuelcos del cubo, los cangrejos ya no movían sus patas. Ideal para cocer: cangrejos putrefactos.

Total, que ni volvieron al mar para intentar superar el trauma de ser separados de su hábitat, ni fueron cocinados para la cena. Tan sólo sirvieron para la diversión de un chico y para la jactancia de su madre.

Como algunos de uds. Saben, una servidora es pedagoga y los educadores de vocación siempre trabajamos, incluso en la playa.

Si tuvieran que elegir, qué creen que debería transmitir una madre a su hijo:
la importancia de ir a “cazar” alimento para la cena o el respeto por la vida de los animales

Entiendo que es divertido e interesante capturar animales, pero si tras enseñar el trofeo a la mami, se devuelve el animal a su hábitat creo que le transmitimos al chico unos valores de respeto a la vida animal sin vetar su curiosidad por el funcionamiento del mundo marino.

Intenté hacerles razonar, fui a hablar con el niño asesino de cangrejos y le propuse que los saltara y se quedara viendo como nadaban y hacia donde iban. Al niño se le iluminó la mirada, le parecía atractiva la idea! Pero su progenitora, tras echarme una mirada de esas que te parten en dos, ratificó la intención de guardar su “cena” en la red.

Sólo espero que para la próxima vez y contando con que los cangrejos no llegaron a la olla pq murieron asfixiados antes del mediodía, pues que decidan divertirse sin matar ninguna vida animal que tampoco les aportó sus nutrientes.

2 comentaris:

El rincón de Chiriveque ha dit...

Arda, he leído tu entrada y me he quedado estupefacto. Cómo puede haber en el mundo gente tan egoísta y miserable!! No tengo palabras, hiciste muy bien en intentar lo imposible y te felicito por ello.

Un abrazo.

txusman ha dit...

bueno... siempre queda la posibilidad que un momento dado el bocata de tortilla con arena se le atragante a la mami, echara a correr con tan mala fortuna se cayera al mar... y se la comiesen los cangrejos...