Cuando me atrevo a ser poderosa

Cuando me atrevo a ser poderosa, a utilizar la fuerza al servicio de mi visión, tener miedo o no se vuelve menos importante (Audre Lorde).

¿A qué viene esto? Pues resulta que hace mucho tiempo que me apetecía realizar un curso de autodefensa. Por suerte, nunca me han agredido ni maltratado, pero a menudo al sacar a pasear al perro o al volver de noche a casa, un miedo me invadía y estaba todo el rato mirando hacia los lados y sospechando de cualquiera que pasara cerca de mí.
Así que por fin me he decidido a enfrentarme a ese miedo e intentar superarlo.

Este curso de autodefensa para mujeres (también los hacen para hombres), me seduce pq no sólo se aprende a dar patadas o a sacarse de encima a alguien, si no que centra su atención en 7 aspectos, a saber: intuición, calma, potencia física, autoconocimiento, autoestima, conciencia del espacio y percepción. Éstas son nuestras armas para protegernos y vivir en seguridad.

Cito textualmente:
“Estos cursos tienen el propósito de trabajar con la conexión entre el cuerpo y la mente para mejorar la capacidad de las alumnas de defenderse ante posibles ataques o agresiones. Intentaremos potenciar las habilidades siguientes como la base de nuestro trabajo:
- Mantener la calma (incluso en las situaciones difíciles)
- Percibir correctamente lo que ocurre a nuestro alrededor
- Escuchar nuestra intuición
- Marcar e imponer límites (con la voz y con el cuerpo)
- Organizar nuestro espacio físico
- Liberarnos de presas
- Enfocar y proyectar nuestra potencia física
- Contraatacar, responder a un ataque o agresión”

Y lanzo mi mensaje: mujeres o personas (pq también hay hombres que sufren) que os encontráis en alguna situación de vejación o malos tratos, tenéis la fuerza necesaria para enfrentaros a ello y, si es necesario, cambiar vuestras vidas. ¡El respeto, de los demás y el vuestro propio, es fundamental para la felicidad!